Si eres paciente en un momento de ira,
escaparás a cien días de tristeza (Proverbio chino)
Nunca comiences una pelea, pero siempre
termínala (John Sheridan)
La armonía de las armas no depende del
parentesco de los cuerpos (Friedrich von Schiller)
La paz obtenida con la punta de la espada no
es más que tregua (Pierre Joseph Proudhon)
Estar en paz consigo mismo es el medio más seguro
de comenzar a estarlo con los demás (Fray Luis de León)
Un hombre no trata de verse en el agua que
corre, sino en el agua tranquila, porque solamente lo que en sí es tranquilo
puede dar tranquilidad a otros (Confucio)
La concordancia aumenta las fortunas
pequeñas. La discordia arruina las más grandes (Agripa)
El respeto al derecho ajeno es la paz
(Benito Juárez)
Los recuerdos comunes son a veces los más
pacíficos (Marcel Proust)
Tremendo contraste entre el crepitar del
cuerpo en su comienzo y la paz de las cenizas (José Luis Coll)
El valor hace vencedores; la concordia hace
invencibles (Casimir J. Delavigre)
Cuando los pacíficos pierden toda esperanza,
los violentos encuentran motivos para disparar (Wilson).
No hay más calma que la engendrada por la
razón (Séneca).
El primero de los bienes, después de la
salud, es la paz interior (François Rochegoucauld)
Si quieres la paz, no hables con tus amigos,
sino con tus enemigos (Dayan)
Podrán golpearme, romperme los huesos,
matarme, tendrán mi cádaver, pero no mi obediencia (Gandhi).
La paz es una aspiración y un objetivo,
pero, sobre todo, es un objetivo cotidiano (Juan Carlos I, Rey de España).
Allí donde el agua alcanza su mayor profundidad,
se mantiene más en calma (Shakespeare)
Lo esencial es estar en paz con uno mismo
(Voltaire)
El árbol quiere la paz, pero el viento no se
la concede (proverbio chino).
Solamente puedes tener paz si tú la
proporcionas (Marie Ebner-Eschenbach).
Más vale que te consideren estúpido porque
riegas el fusil para ver si florece que te consideren estúpido por regar la
tierra de sangre para que crezcan con más fuerza flores para otro. Es mejor y
más segura una paz segura que una víctima esperada (Tito Livio).
Entre el ruido de las armas las leyes no se
pueden escuchar (Cicerón).
Hay cosas encerradas dentro de los muros
que, si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo (Federico
García Lorca).
Antes había países pacíficos y países
agresivos. Ahora todos quieren la paz. Y para asegurarla, fabrican más armas
que nunca (Antonio Mingote).
No puedo creer que me condecoren. Yo creía
que era necesario conducir tanques y ganar guerras (John Lennon).
El corazón es paz, ve una fiesta en todas
las aldeas (proverbio indio).
Mi sentimiento es que las naciones no pueden
ser realmente una y que sus actividades no podrían llevar al bien común de la
humanidad entera, a menos que se reconociera la ley familiar (de amor) en los
asuntos nacionales e internacionales. Es decir, en el orden pacífico. Las
naciones no pueden llamarse civilizadas sino en la medida que obedezcan a esta
ley (Gandhi).
-¿Por qué me matas? / -¿Y qué, no estás al
otro lado del agua? Amigo mío, si estuvieras de este lado sería injusto matarte
y yo sería un asesino. Pero, como estás al otro lado, esto es justo y yo soy un
valiente. ¡Bonita justicia la que tiene por límite un río! (Pascal).
Sería enojoso que Cristo volviese y fuese
negro. Son demasiadas las iglesias de Estados Unidos donde no podría orar;
porque no se celebra la religión, sino la raza (L. Hugues).
El primero de los bienes, después de la
salud, es la paz interior (François de La Rochefoucauld ).
La paz reside en la buena voluntad (San
Agustín).
Cuanto más hiléis, mejores soldados seréis
(Gandhi).
La paz más desventajosa es mejor que la
guerra más justa (Erasmo de Rotterdam).
No hay camino para la paz, la paz es el
camino (Gandhi).
Cuando los ricos hacen la guerra, son los
pobres los que mueren (Jean Paul Sartre).
La no-violencia anula no sólo las violencias
físicas externas, sino también las violencias internas del espíritu (Luther
King).
Un ejército no-violento y vestido de
harapos, frustraría los planes de Hitler. Yo no tengo necesidad de sus tanques
ni aeroplanos. Él no tiene necesidad de destruir nuestros hogares. Nuestro
ejército no-violento lo acogería y puede ser que no se atreviera a venir
(Gandhi).
Guardarme de la violencia, ya se exprese
mediante la lengua, el puño o el corazón (Luther King).
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