jueves, 28 de abril de 2016

EL TRAJE NUEVO DEL EMPERADOR (I)

El Grupo de Teatro "San Ignacio", compuesto por niños y niñas de Ed. Primaria de nuestro Colegio, este año ha preparado "EL TRAJE NUEVO DEL EMPERADOR".
El momento estelar de la representación fue en el Salón de Actos del Colegio Diocesano "San Ignacio" el domingo 24 de abril, en la velada literario-musical preparada para todas las familias de la Comunidad Educativa con motivo de la Fiesta del Colegio.
      Los pequeños actores y actrices del Grupo de Teatro de nuestro Colegio se suben al escenario un curso más con mucha ilusión y ganas de hacer disfrutar a los espectadores.

Aquí dejamos el texto y algunas fotos de estos artístas.


EL TRAJE NUEVO DEL EMPERADOR. Alba Berbis

(Se abre el telón, se ve una sala, que parece la de un palacio, con una silla real colocada en el centro, donde se encuentra el emperador, atendiendo a dos muchachos que llevan telas con ellos)

PRIMER ACTO

EMPERADOR: ¿Qué queréis mostrarme? (Con curiosidad)

PÍCARO 1: Majestad tenemos unas telas que son las más hermosas del mundo.

PÍCARO 2: Pero estas telas majestad tienen una particularidad, son invisibles para toda persona que no sepa ejercer su cargo o que sea rematadamente estúpido.

EMPERADOR: (Asombrado) ¡Serán trajes inapreciables! Si yo los tuviese podría distinguir a las personas inteligentes de las tontas de mi reino. (Pegando un golpe con su cetro) ¡Hacedme esas telas ya!

(Los dos pícaros salen de escena y son conducidos a una sala donde hay un telar)

SEGUNDO ACTO

(Se ve una pequeña estancia con varios telares en los que, supuestamente, deberían estar las magnificas telas, y una mesa de trabajo. Los dos pícaros han hecho llamar al emperador para que se pruebe su nuevo traje)

EMPERADOR: (Eufórico entra en escena) ¿Dónde está mi maravilloso traje? ¡Estoy deseando probármelo!

PÍCARO 1: Está ahí (señalando la mesa, aunque está vacía) ¿Qué no lo ve, majestad?

EMPERADOR: (Frotándose los ojos) ¡Ah…sí! Es que no me había dado cuenta (aunque pensaba que él era tonto y por eso no lo veía)

PÍCARO 2: (Con una risa irónica) ¿Le gusta majestad?
EMPERADOR: ¡Sí, muchísimo! Me lo pondré hoy mismo y daré una vuelta por los alrededores de mi castillo.

PÍCARO 2: De acuerdo majestad, dentro de una hora se lo llevaremos a sus aposentos. (Mirando a su compañero)


TERCER ACTO

(Se ven los aposentos del emperador, en los que está la cama en el centro y a la derecha de ella un gran espejo, allí dentro se encuentra el emperador y su séquito, esperando a los pícaros)

PÍCARO 1: (Tocando a la puerta) Ya estamos aquí, le traemos su traje majestad.

EMPERADOR: Ya tenía ganas de ponérmelo (con cara de susto)

(Los pícaros dan el traje al emperador y este se gira hacia su séquito)

EMPERADOR: ¿Qué os parece, mi maravilloso traje? (Extiende las manos vacías)

SÉQUITO: (Mirándose unos a otros porque no veían nada) ¡Es el traje más bonito que hemos visto nunca! (Mienten para no contradecir al emperador)

EMPERADOR: Pues ayudadme a ponérmelo.

(Se ve como el séquito hace como que recoge el traje y se lo pone al emperador, que espera en medio de la estancia con los brazos hacia arriba y en ropa interior)

EMPERADOR: (Alegre) ¿Me queda bien mi nuevo traje?
SÉQUITO: (Sin saber que responder) ¡Como un guante, majestad!

(El emperador sale de escena y por detrás de él los pícaros y su séquito, para dirigirse a los alrededores de su castillo. Mientras tanto se oye el jolgorio de la gente en las afueras del castillo, esperando ver al emperador)

CUARTO ACTO

(Se ve una calle con mucha gente vestida con ropajes de la época y algún titiritero haciendo juegos para entretener a la gente. De repente se abren las puertas del castillo y sale el emperador, en ropa interior, con su séquito simulando que llevan la cola del traje)

EMPERADOR: (Con aires de grandeza, para comprobar si su pueblo era listo o tonto) Queridos súbditos, ¿qué os parece mi nuevo traje?

(La muchedumbre se quedó boquiabierta, pues ellos lo que veían era un emperador en ropa interior, pero como no querían quedar como tontos empezaron a aplaudir)

MUCHEDUMBRE: (Al unísono) ¡Qué traje tan soberbio! ¡Qué graciosa es la cola! ¡Qué bien le sienta todo!

(Entre la muchedumbre se ve un niño abriéndose paso)

NIÑO: (Con cara de no entender nada) ¡Pero si no lleva nada!

(Se hizo un gran silencio y todos se quedaron mirando al emperador, de repente todo el pueblo empezó a decir lo mismo que dijo el niño)

MUCHEDUMBRE: (Sin ningún miedo) ¡Majestad le han engañado, no lleva ningún traje, ni bonito ni feo!

EMPERADOR: (Avergonzado) Los niños son inocentes y siempre dicen la verdad, por eso os creo y ahora volveré al castillo, ordenaré que arresten a los pícaros. (Dirigiéndose al niño) Y a ti gracias por abrirme los ojos.

(Cae el telón)