domingo, 25 de octubre de 2015

LA ESCUELA DE LA BRUJA DIMINUTA (III)

Cuento Corto de la bruja Maruja, creado por: Ulica Tizaber

Había una vez una señora de avanzada edad que parecía vivir su vida sin preocupaciones. Se levantaba por las mañanas, y como sus hijos ya eran mayores, ella se dedicaba a descansar realizando actividades que la mantuvieran activa la mayor parte de la semana.

La bruja Maruja nos cuenta un cuento

Unas veces iba al gimnasio, otras veces hacia visitas culturales, y el resto de días se quedaba en casa viendo la tele con las piernas en alto. 

Era una persona muy buena, pero algo sucedió en su rutina diaria que la transformó para siempre, y llegó a convertirse en una auténtica bruja.

Un día estaba en el gimnasio y llegó una mujer más joven que ella y se puso delante, la recién llegada no se dio cuenta de que estaba molestando a Maruja, y ésta en vez de pedirle con educación que se apartara para seguir viendo las explicaciones del profesor, pensó:

Como esta persona ha sido egoísta y no me ha dejado estar atenta el resto de la clase, mañana cuando llegue tendrá una sorpresita, ¡je je je!.

Al día siguiente, Maruja se puso lo más delante que pudo en la sala de estiramientos, y detrás de ella puso su mochila, y un par de bolsas más que llevaba para luego hacer unos recados. Cuando la mujer del día anterior llegó, se puso donde encontró un hueco, y no fue detrás de Maruja, así que ésta se quedó muy frustrada, ya que no había podido devolverle la que le hizo el día anterior.

La bruja nos cuenta lo que hay en su nevera
Así pasaron las semanas, y Maruja cada día estaba más amargada, ya que nunca conseguía molestar a la mujer que aquel día le impidió atender en clase. Poco a poco se le fue arrugando la piel, sobre todo de la cara, y le empezaron a salir verrugas por la frente y la nariz. Ella no entendía esa transformación, y cada vez que lo pensaba volvía a sentirse triste y amargada.

Un día en clase, se le acercó la mujer que la había molestado en su día, y le dijo:

Maruja, últimamente te veo muy tristona, ¿qué te pasa?, ¿te puedo ayudar en algo?.

Maruja le respondió:

No sé cómo te llamas porque nunca me he preocupado de preguntártelo, y desde el primer día que te vi me molestaste con tu actitud arrogante, pero viendo que ahora mismo te estás interesando por mí, he de reconocer que me he equivocado contigo y que tus intenciones conmigo son buenas. Gracias por abrirme los ojos.

Maruja comenzó a llorar delante de aquella persona, y ésta la consoló y estuvo con ella hasta que se tranquilizó. Esa persona se llamaba Ángeles, y resultó ser la mujer más despistada del mundo.


La bruja Maruja fue bruja durante sólo unos días, y en ese tiempo lo pasó fatal. De aquella experiencia aprendió a ver más allá de las personas, y a darse cuenta de que todos los humanos tienen preocupaciones, y aun así van haciendo el bien a los demás.

La piel se le fue alisando y las berrugas quitando, aunque aún tiene una en el centro de la nariz, que le recuerda diariamente lo malvada que fue un tiempo, y todo lo que aprendió al conocer a Ángeles.



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