Cuento Corto de la
bruja Maruja, creado por: Ulica Tizaber
Había
una vez una señora de avanzada edad que parecía vivir su vida sin
preocupaciones. Se levantaba por las mañanas, y como sus hijos ya eran mayores,
ella se dedicaba a descansar realizando actividades que la mantuvieran activa
la mayor parte de la semana.
Unas veces iba al gimnasio, otras veces hacia visitas culturales, y el resto de días se quedaba en casa viendo la tele con las piernas en alto.
La bruja Maruja nos cuenta un cuento |
Unas veces iba al gimnasio, otras veces hacia visitas culturales, y el resto de días se quedaba en casa viendo la tele con las piernas en alto.
Era
una persona muy buena, pero algo sucedió en su rutina diaria que la transformó
para siempre, y llegó a convertirse en una auténtica bruja.
Un
día estaba en el gimnasio y llegó una mujer más joven que ella y se puso
delante, la recién llegada no se dio cuenta de que estaba molestando a Maruja,
y ésta en vez de pedirle con educación que se apartara para seguir viendo las
explicaciones del profesor, pensó:
– “Como esta
persona ha sido egoísta y no me ha dejado estar atenta el resto de la clase,
mañana cuando llegue tendrá una sorpresita, ¡je je je!”.
Al
día siguiente, Maruja se puso lo más delante que pudo en la sala de
estiramientos, y detrás de ella puso su mochila, y un par de bolsas más que
llevaba para luego hacer unos recados. Cuando la mujer del día anterior llegó,
se puso donde encontró un hueco, y no fue detrás de Maruja, así que ésta se
quedó muy frustrada, ya que no había podido devolverle la que le hizo el día
anterior.
La bruja nos cuenta lo que hay en su nevera |
Un
día en clase, se le acercó la mujer que la había molestado en su día, y le
dijo:
– “Maruja,
últimamente te veo muy tristona, ¿qué te pasa?, ¿te puedo ayudar en algo?”.
Maruja le respondió:
– “No sé cómo te
llamas porque nunca me he preocupado de preguntártelo, y desde el primer día
que te vi me molestaste con tu actitud arrogante, pero viendo que ahora mismo
te estás interesando por mí, he de reconocer que me he equivocado contigo y que
tus intenciones conmigo son buenas. Gracias por abrirme los ojos”.
Maruja
comenzó a llorar delante de aquella persona, y ésta la consoló y estuvo con
ella hasta que se tranquilizó. Esa persona se llamaba Ángeles, y resultó
ser la mujer más despistada del mundo.
La
bruja Maruja fue bruja durante sólo unos días, y en ese tiempo lo pasó fatal.
De aquella experiencia aprendió a ver más allá de las personas, y a darse
cuenta de que todos los humanos tienen preocupaciones, y aun así van haciendo
el bien a los demás.
La
piel se le fue alisando y las berrugas quitando, aunque aún tiene una en el
centro de la nariz, que le recuerda diariamente lo malvada que fue un tiempo, y
todo lo que aprendió al conocer a Ángeles.
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